WhatsApp-Image-2021-06-22-at-20.35.24-1

Pacífico guinda

Parece que aún dan de mucho qué hablar las elecciones pasadas. Que si se perdió la CDMX, que si se ganaron los Congresos estatales, que si se desdibujó la mayoría calificada… La oposición diciendo a todas luces que ellos ganaron en tanto que Mario Delgado festeja que la mayoría de las gubernaturas se obtuvieron. Y sí, distintos lugares del país se pintaron de guinda trayendo con ello el arrastre de la Cuarta Transformación, y ya si nos ponemos geográficos, podemos resaltar que el Pacifico, con la única excepción de Jalisco, se pintó todo de guinda.

Se ganó en Sonora, Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Nayarit, lo que creó un nuevo corredor para nuestro partido que, con impulso y acompañamiento de los institutos correspondientes del Movimiento, puede ser un semillero de nuevos cuadros con una narrativa distinta a la que históricamente ha prevalecido. A muchos les dolió que se perdieran bastantes delegaciones en Ciudad de México, y razones sobran: ha sido históricamente el bastión de la izquierda, de ahí vienen muchos de los grupos predominante en el partido y es el lugar en donde el Obradorismo tomó sentido. Sin embargo, el Obradorismo ya es un relato nacional y serán los Pueblos los que decidan en donde pueden tomar nuevos rumbos nuestra lucha.

Indudablemente no podríamos considerar el norte como un bastión histórico de las izquierdas. Aquí las izquierdas jugaron un rol testimonial (pero no pasivo) dentro de la transición: existieron huelgas, protestas y movimientos que forjaron líderes importantes, aunque en lo político-electoral, la oposición tenía su protagonismo en el PAN. En 1988, Cuauhtémoc Cárdenas ganó Baja California para después en 1989 ser el primer estado con alternancia con Ruffo Appel. Sin embargo, por el avance político que ha existido en estas entidades y el desgastamiento de los partidos de la oligarquía, puede ser momento de un nuevo bastión en el Pacifico del país: con la idiosincrasia que nos caracteriza en el noroeste, con la defensa del federalismo que nos caracteriza, con la justicia social que nos obliga por nuestras condiciones materiales —al ser entidades sumamente agrícolas— abastecer.

Pero ya será el tiempo el que lo confirme.

Sobre el autor

Comparte en:

Comentarios