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Revive Lomas Taurinas

Por: Lorena Gómez Cabrera 

Un 23 de marzo de 1994, en Lomas Taurinas Tijuana, marcó a toda una generación. El magnicidio de Luis Donaldo Colosio dejó una laguna de inconsistencias a 27 años y aún existen más dudas que respuestas. Tantas versiones que se desprendieron durante los primeros años del asesinato de Colosio Murrieta que involucran a expresidentes Zedillo y Salinas de Gortari encabezan la lista, hipótesis que nunca fueron confirmadas.

En los últimos días, el nombre de Mario Aburto Martínez se ha colocado en los reflectores debido a una recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que emitió a la Procuraduría General de la Republica (PGR) para que se abra de nuevo el caso por los actos de tortura en su contra, ya que esto motivó que confesara el crimen por la tortura y las teorías de la conspiración no se hicieron esperar.

Una hipótesis es que Aburto solo fue un chivo expiatorio y fue sustituido por otra persona, por las diferencias físicas del Mario Aburto que fue detenido en Lomas Taurinas y el Aburto preso en Almoloya, notorias en la estatura y los rasgos físicos de ambas personas. El 23 de marzo de 1994, Mario medía 1.64 metros de estatura, pero el perfil de la PGR decía que medía 1.70 metros. La mancha del PRI se hizo presente de la mano de Manuel Camacho Solís, quien se considera uno de los artífices del crimen al lado del expresidente Salinas de Gortari, a quienes sin duda les estorbaba el candidato Colosio y lo sacaron del camino.

La situación legal de Aburto Martínez data desde el 25 de marzo de 1994: fue juzgado por los delitos de homicidio calificado, con premeditación, ventaja y alevosía, así como el ilícito de portación de arma de fuego sin licencia. En 2004 fue sentenciado a 48 años de prisión; después de varios amparos, se le redujo la condena a 45 años. Actualmente Aburto se encuentra en el centro Federal 12 ubicado en Ocampo, Guanajuato.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos declaró a Mario Aburto como una víctima de tortura, incomunicación y violación al debido proceso, denuncias que desde hace 27 años se tienen interpuestas por el homicida, pero jamás habían sido atendidas. Llegó el momento que se repare el daño tanto a Mario Aburto como a su familia. Los tiempos han cambiado en nuestro país, ya no más tortura, la justicia tarda pero llega.

Nunca nos imaginamos que Lomas Taurinas reviviría y que el nombre de Mario Aburto Martínez se escucharía en todas las redes sociales; pero en los tiempos de la Cuarta Transformación es posible. El Presidente López Obrador reitera la protección tanto para Aburto como para su familia. No se permitirá que se violen los derechos humanos es un compromiso lo reitero el presidente.

En ningún sexenio se les había brindado el apoyo a los familiares de Aburto Martínez y mucho menos se había atendido una recomendación por parte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Es momento que Mario Aburto cuente la verdad a toda la sociedad mexicana.


@lorgocar

Licenciada en Derecho por la Universidad de Guadalajara. Formándose como especialista en seguridad pública. Obradorista en Transformación. Por el bien de todos, primero los pobres.

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