Una vez más, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación corrige la plana a las instituciones electorales en Jalisco. En ediciones pasadas, les platiqué cómo el Congreso de Jalisco, el Tribunal Electoral local e incluso la Sala Regional Guadalajara del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación habían consentido que la convocatoria para la elección extraordinaria de Tlaquepaque fuera exclusiva para mujeres.
Este lunes, en una sentencia histórica, la Sala Superior confirmó lo que las feministas en Jalisco habíamos luchado y establecido: la paridad no se usa a modo y a contentillo de un grupo político, sino que es una obligación constitucional y un derecho que ganamos las mujeres para participar en condiciones de igualdad en todos los puestos de elección popular. En este caso, el Partido Movimiento Ciudadano quería que adjudicarse el movimiento de las mujeres (cosa que nunca han abanderado) para justificar la convocatoria que emitieron desde el Congreso de Jalisco donde tienen mayoría, para asegurar que solo candidatas participaran en la elección de San Pedro Tlaquepaque.
Las emecistas en todos los medios y redes se posicionaron “indignadas” por la revocación de la convocatoria, porque argumentan que una “elección rosa” es lo que necesita Tlaquepaque; eso decía desde su Cuenta de Twitter Mirza Flores, diputada federal de Movimiento Ciudadano, quien además al ser cuestionada sobre por qué su súbito interés en la defensa de la paridad en la zona metropolitana de Guadalajara (cuando en los municipios más poblados su partido solo postuló a una mujer y las mujeres que militan en su partido guardaron silencio), decidió mentir y decir que ella fue la única mujer de cualquier partido en “demandar” la paridad en Guadalajara y Zapopan… Esto es una pena, que como abogada no sepa que el término correcto es impugnar y que, de hecho, 36 recursos fueron interpuestos en contra de los lineamientos de paridad que emitió el IEPC, que muchas mujeres nos aliamos para dar la lucha juntas y que ni ella ni ninguna compañera de MC alzaron la voz. Ella podrá haber impugnado los lineamientos, lo cual no solo era necesario sino que demostró al final que todas teníamos razón: las mujeres tendrían mucha dificultad para abanderar candidaturas en Guadalajara o Zapopan, pero en la calle, en los medios e incluso al interior de nuestros partidos, las demás mujeres dimos la lucha por estar representadas.
Con esta declaración, la diputada Mirza no solo invisibilizó la lucha de las mujeres de las otras fuerzas políticas, sino también demostró su distanciamiento profundo de las causas de las mujeres al no entender que no se trata de ser la única (que no lo fue) sino que se trata de la congruencia. Las mujeres de todos los partidos, todos los días damos la lucha al interior y al exterior para que nuestra agenda trascienda; en todo momento (no solo cuando es conveniente) y justo eso pasó en la elección extraordinaria de San Pedro Tlaquepaque, pues Movimiento Ciudadano, como hemos visto en Nuevo León y en Jalisco, se apropió de la narrativa para decir que una elección para puras candidatas mujeres era lo justo y lo igualitario para que gobernáramos más municipios.
Las feministas en Jalisco y las mujeres que hacemos política impulsamos durante casi un año la lucha en el estado para que pudiéramos ocupar esas candidaturas, pero no a modo. No porque justo en San Pedro Tlaquepaque, donde su partido se compite la presidencia con Morena y donde su candidata es mujer (porque lo fue en la elección ordinaria y les convenía que fuesen puras candidatas mujeres para que en morena no pudiera repetir al candidato de la elección ordinaria). El morenista además logró anular la elección ordinaria con un recurso histórico que marca un precedente para la separación Iglesia-Estado.
Con la nueva resolución, el candidato de la Cuarta Transformación, Alberto Maldonado, podrá competir en la elección y, como lo hemos dicho siempre, no importa cuántos obstáculos nos pongan, no nos cansaremos de luchar, como nunca se cansó… ya saben quién.
