En un movimiento que ha sacudido las bases del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Manlio Fabio Beltrones ha anunciado su separación de las acciones y decisiones de la dirigencia actual del partido, encabezada por Alejandro «Alito» Moreno. Esta decisión llega tras la ratificación de la reelección de Moreno como presidente nacional del PRI por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Beltrones, cuya trayectoria ha estado marcada por acusaciones de corrupción similares a las que enfrenta Moreno, ha criticado abiertamente la «vocación reeleccionista» de la dirigencia actual, argumentando que el partido ha perdido su enfoque en los ideales de democracia y justicia que alguna vez lo definieron.
El PRI ha dejado de lado sus principios fundamentales», declaró Beltrones en un comunicado, subrayando su descontento con la dirección en la que se encamina el partido bajo el liderazgo de Moreno.
La separación de Beltrones podría tener profundas implicaciones para el tricolor, pues su influencia y base de seguidores leales podrían generar una división interna significativa, debilitando la cohesión y afectando su capacidad de acción en el panorama político nacional. Además, esta situación podría motivar a otros miembros del PRI a exigir reformas internas y un cambio en la dirigencia, buscando recuperar los valores y principios originales del partido.
A pesar de su separación de las acciones de Moreno, Beltrones ha asegurado que continuará sirviendo a México y cumpliendo con sus compromisos hacia los sonorenses.
«Mi compromiso con México y con los sonorenses sigue intacto», afirmó, sugiriendo que podría seguir su carrera política de manera independiente o buscar nuevas alianzas.
Este desarrollo marca un punto crítico para el PRI, que deberá enfrentar los desafíos internos y externos que esta separación conlleva. La respuesta de la dirigencia actual y la capacidad del partido para adaptarse a estos cambios serán determinantes para su futuro en la política mexicana. Este hecho revela la degradación interna del PRI, pues a este ritmo, Alito terminará de enterrar al partido en 2027.